Algunos aforismos de esta selección pertenecen al más absoluto anonimato. Solamente consta el nombre de su autor cuando ello ha sido posible. Y el único mérito de quien los ha escogido y recopilado ha consistido en dejarse cautivar por su sabiduría, así como por la diversidad de su origen, sin tener en cuenta si procedían del Este o del Oeste, o cuales eran sus antecedentes históricos, porque, llegada la hora, seguramente lo que Dios nos tendrá en cuenta serán nuestras obras y nuestra capacidad de amar.
Esta colección, para resultarnos provechosa, puede leerse de diversas formas, y en la INTRODUCCIÓN del libro se destacan algunas, al objeto de que, en medio de la oscuridad, podamos acoger los destellos de luz que puedan aportarnos en todo momento la fe, la esperanza y, especialmente, el Amor de Dios.