La silla mágica
Una silla dotada de poderes mágicos es capaz de ponernos en contacto con lo que piensan y lo que sienten una serie de personajes que van sentándose encima de ella. La ficción y la no-ficción se mezclan constantemente para provocar la reflexión del lector: «¿Opino igual que lo que estoy leyendo?». «¿Discrepo de ello?». «¿Por qué razón?». Y así, sucesivamente y de una forma indirecta, cada protagonista de un relato requiere nuestra atención y nuestro parecer mediante un auténtico ejercicio de empatía.
Y, tal vez, habrá momentos en que el lector se preguntará si las historias que nos cuenta la silla mágica son ciertas o no. Quizás lo más pertinente sería comprender que la forma del relato es pura fantasía. Pero que el fondo es absolutamente cierto. Como la vida misma.